Ya hemos visto algo de Estocolmo
y hemos probado uno de sus rocódromos, el siguiente paso es probar la roca. Existe
la opción de una escuela en la propia ciudad que nos permite terminar de ver lo
que nos falta. Así que nos vamos a Münchenbryggeriet, frente a una fábrica de
cerveza que le da nombre al sector.
Nos calzamos los trastos, y allí
con toda la ilusión dispuestos a darlo todo que había ganas de sobra, sufrimos
y sufrimos para pillarle a aquello el puntillo. Y es que la escalada era de
placa, algo rara y patinosilla..y eso para nosotros inexpertos total de este
granito tan peculiar nos hizo esmerarnos al máximo
Paseito
por Estocolomo, esta vez con guías profesionales y a desentumecer los músculos al
Lago Flatern. Hay un montón de lagos cerca, que son un gustazo para pasear,
correr, leer, nadar o cualquier otra cosa en plena tranquilidad. Allí nos dimos
un bañito, saltando de un trampolín que si tenía 4 ó 5 m a nosotros nos pareció
de 8 para arriba.
Al día siguiente decidimos
descansar que Jorge venía fresquito y si no nos iba a dar para el pelo. Nos
acercamos hasta Välkommen, otro precioso parque en la ciudad. Allí leemos,
descansamos y seguimos con la dieta de sanwich de jamón y queso brie. Para qué
cambiar si es lo más barato y nos gusta.
Patri
2 comentarios:
¿Cómo has hecho para aprenderte esos pedazo de nombres que tienen todos los lugares? jajaja
Pues..copiandolos del blog de Juan..porque no me los apunté, confiando en mi gran memoria, ya sabes!Te echo en falta zape..
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