Qué ganazas tenía de
conocer el Vignemale, historia, imponente glaciar rodeado por un precioso circo
y altura se unen en esta montaña.
Salimos de
Vitoria-Gasteiz hacia Gavarnie. Una vez allí, seguimos una pista que tras leer
que iba a ser casi intransitable no se nos hace ni tan mala hasta llegar al
lago d’ Ossue. Nos recibe un ganado soprendentemente familiarizado con las
personas. Sólo llegar aquí y observar el toro y las vacas en este entorno ya te
transporta a un estado de bienestar. Hasta las marmotas andaban cerquita
nuestro.
Vamos despacito por la mochila pero el camino es supercómodo haciendo el
desnivel pero tranquilamente y por un sendero bien anchito. Dejamos la
bifurcación al refu de Baysellance y al poco, tatachán..el glaciar!!qué ganas
tenía de verlo..un glaciar que recubre la parte baja del circo y que se desliza
como un embudo hacia abajo. Una maravilla. Tantos tresmiles juntos pensaba que
formarían un macizo o un circo más grande, pero en realidad es superrecogidito
y entre todo el paisaje no puede ser mejor..Nosotros subimos al Petit
Vignemale, nos preparamos el vivac, nos acomodamos y a cenar que empieza el
espectáculo.
Y al día siguiente vemos que empiezan a llegar los más madrugadores dirección
al Vignemale. Tranquilamente hacemos lo mismo. Una trepadita nos deja en nuestra
cima desde donde creo que ve todo!!qué
bonitísimo..vaya sitio y vaya vistas más espectaculares. Nuestra idea era hacer
todos los picos, pero estamos al final del verano y mis rodillas ya han dado de
sí lo que podían, así que yo decido quedarme que todavía nos queda la bajada
del día siguiente. Juan se va al más puro estilo Kilian y yo voy siguiéndole con
la mirada, identificando picos y
conociendo gente que me hacen amena la espera. Llega Juan, está contento y yo
también..somos unos afortunados. Ahora a preparar nuestros vivac y a resguardarnos
del frío mientras llega nuestro esperado atardecer.
Y llega, vaya pasada. Qué bonito.. la misma cenita de siempre y a descansar. Cada vez duermo mejor en las cimas pero esta vez no es el caso. Hace mucho viento y aunque no paso nada de frío el ruido no me dejan dormir, aunque eso es lo menos..Amanece, desayunamos y vuelta para abajo.
Y colorín colorado, se
acabaron nuestras vacaciones de verano. Ha sido una bomba Juan, me lo he pasado
genial y he conocido un montón de sitios. Ahora a pensar en los fines de
semana.
Patri
2 comentarios:
Qué buenod dís por la France!!!! Besico y hasta la vista alpinistaaa
¿Pero en cuántas cimas habéis dormido este verano? ¡Que bien vivís pareja! así me gusta aprovechando cuando se puede. ¡Pura vida!
Publicar un comentario