16 ago 2014

Bici por la Vía Verde del Cidacos y descanso en la Playa de Langre en Cantabria

Mi queridísísima amiga Marta está deseando hacer algo, y aunque la meteo es un poco incierta por todos lados menos los que nos pillan demasiado lejos, conseguimos montar un plan. Primero iremos a Arnedillo con la bici, y después que parece que se tuerce, pondremos rumbo a la costa cantábrica.
Dicho y hecho. Aitzi, de la que vamos acordando repetidas veces en el recorrido, nos aconseja la vía verde del Cidacos en bici, y aunque parecía que amenazaba tormenta un pinchito de motivación y salimos. 32-33 kms ida y otros 32 vuelta. Nuestra idea inicial era hacerlo hasta Autol donde comeremos y tranquilamente volveremos a Arnedillo con unos 40 en total..peroooo..
El sendero no pasa por Autol pueblo y seguimos y seguimos esperando encontrarlo, hasta que a 5km de Calahorra decidimos que ya total, lo haremos enteritooo..con paseos varios por Calahora y demás, nos salieron unos 70km que para dos cuerpecitos poco acostumbrados a la bici, suponen dos culos echando fuego y suspirando por una cubitera llenita de hielos donde meterse..
Aún así, la ruta preciosa..increíbles puebletes y parques alrededor de la ribera del río Cidacos por la que transcurre nuestra pista. De ida a Calahorra fuimos bastante airosicas, era cuesta abajo..risas, fotos, almuerzo y en Calahorra el cafecito de turno que no pudimos pagar porque creíamos que habíamos perdido la cartera. Finalmente sólo fue un susto porque apareció en el coche. Así que cafecito gratis a cuenta de la camarera maja con la que tuvimos suerte de topar. 
Y la vuelta..bueno, risas también por un tubo, rectas infernales, industrias con olor a pirrilera (jamás he olido algo tan asqueroso como las fábricas de champiñones), descansos, barritas y por fin, Arnedillo de nuevo.
Allí, un baño en las pocicas nos devuelve a la vida..y nos ayuda a rematar el día con un plácido sueño en la furgo. Al día siguiente desayuno, un poquito de más por menos y a Cantabria.
Cambio total. Llegamos a Langre, una playita espectacular que nos aconsejan nuestros respectivos hermanos. Vemos furgos en el parking de Paco y nos vamos para allí a cenar. La policía nos avisa de que allí no podemos dormir porque es privado y que vayamos al de la calita que está al lado. Eso sí, muy amablemente nos permiten que terminemos de cenar tranquilas. La verdad, es que flipamos pepinillos como diría el amigo de Juan, Txikote, con lo bien que nos trataron y explicaron las cosas. Al día siguiente boca arriba y boca abajo en una playita en la que convive el nudismo, los bañadores, las familias, la gente joven, los perros y el surf de una manera increíblemente civilizada que nos encantó. 
Y por fin..nuestros culitos se recuperaron felices.
Patri

2 comentarios:

Aitzi dijo...

Eso de que vuestros culitos se recuperaron felices suena un poquito raro, jajaja. La ruta se hace bien porque al no tener desnivel vas haciendo kilómetros sin darte cuenta y eso de saber que terminas en las termas pues te hace ir más alegre. ¡¡¡Pura vida!!!

Pati dijo...

jeje. Estuvo muy chula, la verdad..la siguiente la hacemos juntas Aitzi