Toca día de descanso de escalar y
de correr, pero hace buenísimo y hay que aprovecharlo. Es el día perfecto para
hacer monte, y uno al que Juan le tiene muchas ganas es el Gorbea. No sé si es
porque se sabe su canción, por la leyenda de la bruja Mari o por la típca foto
de la cruz helada, siempre ha tenido ganas de conocerlo, y nos vamos para allí.
La idea era salir de Murua, subir
haciendo una circular por las cuevas de Mairuelegorreta y bajar por la senda de
Egillolarra Zubialade, es decir hacia las canteras o los embalses. Pero todo se
tuerce al llegar a Murua, donde el acceso está cortado y el nuevo camino nos
lleva por la senda de Murua hasta la Cruz.
Allí
nos encontramos una pareja de alimoches que nos regalan la emoción de poderlos
disfrutar tan cerca, y es que son espectaculares. La naturaleza está llena de
cosas bonitas de verdad para observar.
Un
pequeño almuerzo y al pantano de Garaio de nuevo. El lugar perfecto para
refrescarnos, nadar, descansar y pensar, y para Zelan jugar y jugar y jugar.
Es una bomba estar de vacaciones
Patri
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