Después de darnos un homenaje de
cena, quedamos para ir el sábado a Morata de Jalón a escalar. Juan está
supernervioso, dice que va a escalar un poquito, que va a probar alguna vía fácil
de según para ver cómo le responde el hombro después de la operación y la rehabilitación tan intensa que está haciendo desde
entonces. Nos juntamos Tono, Abelico, Jorge, Juan y yo. Menudo grupete de
motivados, qué gusto.
Hizo un día precioso, estuvimos solicos en el sector, me
lo pasé guai y escalé contenta. Es clarísima la conexión entre cómo escalo y
cómo estoy. Fuimos a la Pared Perdida. Los quintos de la derecha no me gustaron
mucho pero las siguientes vías que probamos a la izquierda de la pared, me
encantaron.
Y Juan debió pensar lo mismo, porque pasó de las fáciles y se fue
para allí a probar todo lo que le apetecía.
Qué bien torpedín! el premio a la
constancia y al sacrificio en todo lo que haces. Un gran día.
Patri
4 comentarios:
Morata, Morata... dónde estaba eso? A ver si me llevas a esos sitios, Patri y pasamos de tanto desplomacoooo
Iñaki, que todavía me duele el biceps..la próxima elijo yo!!
He oído hablar tanto de Morata que tengo muchas ganas de conocerlo, espero sea pronto. ¡¡¡Pura vida!!!
Será el sitio que tenemos más cerca que dan bueno con esta caca de invierno que estamos teniendo, así que tú dirás, cuando quieras vamos!
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