Llegan
Ainara y Olaia a la noche a Os de Balaguer, y a la mañanica aparece también
Iñaki, y la niebla. La previsión era sol radiante, pero debía estar por encima
de un manto espeso de niebla de la que decidimos huir. La alternativa fue el
Barranco de Gillons en Áger, un sector de deportiva precioso con unas vías
larguísimas en una caliza blanquita de placa adherente. Un sitio precioso.
También se vienen Olatz e Iratz, y entre todos ocupamos la escuela.
La pequeña Guara |
Dónde está Juantxi? |
Impresionante documento |
A la
noche duchica rica, jengas por un tubo, bocatas y conversaciones varias para
completar otro gran día de vacaciones.
Patri
Esas plaquitas de caliza blanquita son demasiado técnicas para el llorón del agüelooooo!!!
ResponderEliminarAl llorón del aguelo le hemos pillado que no se le dan nada mal las plaquitas blanquitas..a la próxima que llores y luego encadenes, pagas cena!!y listo..
ResponderEliminarYo le quería decir al abuelito que si en vez de escalar quiere una sidrería o un poteo, que me diga, jiji
ResponderEliminarQué rica esa ducha sigilosa, sobre todo por parte de los chicos silenciosos!!!
ResponderEliminarJejeje
Y Guara, qué linda!!!
Jessi